Introduciéndonos al pensamiento sistémico
¿Qué consideramos sistema de productos en diseño industrial?
Podríamos comenzar por diferenciarlo de conceptos que ya conocemos: línea de productos y familia de productos.
En el caso de una línea, se trata de una serie de productos que se lee coherentemente entre sí. Pueden compartir colores, texturas, lógicas operativas, usuarios, contextos y hasta funciones.
En una familia, las funciones de cada producto son distintas, pero se pueden determinar por un contexto, entorno o actividad que tengan en común.
Palabras clave
En el caso de los sistemas hay una cuestión importante a tener en cuenta: sus componentes cuentan con una interacción entre sí. Funcionan de forma conjunta con una finalidad en común y comparten un lenguaje, un criterio de interfaz que los une, manifestado a través de la forma, el uso, el color, la materialidad.
Relaciones sistémicas
Dentro del pensamiento sistémico detectamos diferentes maneras en las que los componentes se pueden inter-relacionar. ¿Cómo pueden darse estas relaciones?
- Entre los componentes de un mismo sistema
- Entre el sistema producto y sus sistemas circundantes
- Entre el sistema producto y las personas
- Entre el sistema producto y el sistema social
La interfaz en sí, es una relación sistémica entre el sistema producto y las personas.
Grados de interacción
Los sistema productos se relacionan sistémicamente con las personas de forma gradual, entendiendo cada grado como una nueva instancia de interacción.
De esta manera nos podemos empezar a preguntarnos: ¿Hasta qué grado logra mi sistema relacionarse de forma efectiva con las personas? ¿Es útil? ¿Es usable? ¿Esa usabilidad se comunica de forma eficiente a través de la interfaz? ¿La interfaz es coherente para con mi usuario?
Impacto sistémico
El impacto de nuestro sistema también se puede medir de forma gradual, diferenciando entre la problemática real y las problemáticas aparentes.
En este ejemplo, la problemática aparente (que el apicultor no sea picado por las abejas al extraer la miel) se antepone ante la problemática real (poder extraer la miel de forma eficiente sin alterar a las abejas).
Límites del Sistema
Este límite estará dado por el recorte que nosotros como diseñadores hagamos a partir de nuestro propio posicionamiento.
Es muy importante hacer esta delimitación: para un diseñador, por ejemplo, un auto es un sistema. Pero haciendo un recorte aún más acotado, para un ingeniero, el motor en sí es un sistema.
El producto como sistema
Todo producto puede ser considerado sistema si logramos hacer una diferenciación entre sus componentes, qué tipo de relaciones se dan en él y cómo es el flujo y las relaciones del mismo. Estas tres variantes se pueden representar en un esquema:
Hacer una detección de estas variables es clave para entender si hay elementos dentro del sistema se pueden sintetizar.
Crecimiento de un sistema
Un último aspecto fundamental a tener es cuenta es la potencialidad de crecimiento dentro de los sistemas abiertos. ¿Cómo se da este crecimiento? de forma emergente, siendo todo más que simplemente la suma de sus partes. Es decir, la posibilidad de que se genere algo nuevo, una nueva funcionalidad, un aumento de potencialidad/eficiencia. En términos matemáticos, en un sistema 1+1 suma 3.
¡Muchos éxitos en el TP2 y a seguir avanzando con sus sistemas!
Material desarrollado entre 2018/2020 en los talleres de diseño 3, 4 y 5 Catedra Rondina.
Equipo Docente: D.I. Erika Salerno
Equipo Docente: D.I. Erika Salerno
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