Prototipos en LEKOTEK

"Claro, me sería absolutamente imposible vivir si no pudiera jugar. Cuando digo jugar no me refiero a jugar con un trenecito de juguete, sino a jugar en el sentido en que el hombre juega. Si le da la gana de escuchar música está jugando, si quiere hacer un dibujo está jugando, si quiere hacer un paseo está jugando; ése es el sentido lúdico. Todo lo que no significa el trabajo, la obligación y el deber. Todo lo que sale de eso para mí es el juego y el hombre es un animal que juega."
Julio Cortázar

Las reglas del juego no son más que la parte visible de su estructura...



Desde hace varios años junto a Lekotek el taller de diseño 3 viene trabajando en el desarrollo de nuevas dinámicas de juego que tiendan a ser mas inclusivas, este año el taller trabajo en el desarrollo y construcción de espacios lúdicos,  espacios de apropiación que pongan en juego los limites y sentidos.


Varios de estos trabajos que responden a diferentes tipologías fueron llevados a Lekotek donde se los utilizo en las diferentes actividades,tanto en sus instalaciones como en actividades al aire libre.

Cuando se trabaja en el desarrollo diseño de las propuestas de juego / dinámicas imaginamos situaciones que en la practica son puestas en crisis, aqui es cuando nos damos cuenta que el juego es una construcción social, en algunos casos asimétrica, que nos ayuda a reconstruir la mirada sobre el otro y sobre nosotros mismos.


En estas actividades Lekotek tuvo la posibilidad de utilizar tanto los prototipos realizados este año como los diseñados en el 2013 también por el taller de diseño 3.







“La rayuela se juega con una piedrecita que hay que empujar con la punta del zapato. Ingredientes: una acera, una piedrecita, un zapato y un bello dibujo con tiza, preferentemente de colores. En lo alto está el Cielo, abajo está la Tierra, es muy difícil llegar con la piedrecita al Cielo, casi siempre se calcula mal y la piedra sale del dibujo. Poco a poco, sin embargo, se va adquiriendo la habilidad necesaria para salvar las diferentes casillas (rayuela caracol, rayuela rectangular, rayuela de fantasía, poco usada) y un día se aprende a salir de la Tierra y remontar la piedrecita hasta el Cielo, hasta entrar en el Cielo, lo malo es que justamente a esa altura, cuando casi nadie ha aprendido a remontar la piedrecita hasta el Cielo, se acaba de golpe la infancia y se cae en las novelas, en la angustia al divino cohete, en la especulación de otro Cielo al que también hay que aprender a llegar. Y porque se ha salido de la infancia se olvida que para llegar al Cielo se necesitan, como ingredientes, una piedrecita y la punta de un zapato”.

Julio Cortazar - Rayuela - Cap. 104

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